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✍️ Autor: Alberto El Grande; Nicolás Flamel; Miguel Nostradamus.
📚 Manuel Sauri Editor
📄 411 Pags
El libro Negro ó la Magia : Las ciencias ocultas, la alquimia y astrología con secretos y reglas admirables, sacados de los más celebres autores cabalísticos. Alberto El Grande; Nicolás Flamel; Miguel Nostradamus
Los últimos alquimistas, esos hombres de genio y ciencia que trabajaron en la grande obra, han cesado de existir hace ya cerca de cien años, y desde entonces nada más ha visto la luz pública relativo á esta ciencia. El polvo de los tiempos, el impenetrable olvido cubre las páginas en que consignaron sus esperanzas, Sus trabajos y sus padecimientos. Muchos de sus preciosos Manuscritos, privados de los honores de la impresion, han quedado sepultados en las catacumbas de las bibliotecas; y hasta el lenguaje de su ciencia se ha olvidado, cual los misteriosos jeroglíficos de los egipcios, que nadie en el dia sabe traducir ó explicar.
Al paso que llevan, tanto los hombres como las cosas, pocos años bastarán para que la mágia, que es la ciencia más bella que el hombre puede estudiar, nos quede solamente trasmitida-como un mito ó un simbolo. ¿Hay alguno de los sabios del dia que sepa decirnos lo que hacian los egipcios seis mil años atrás? ¿cuáles eran sus leyes, usos y costumbres? en suma, ¿hasta dónde alcanzaban sus conocimientos y ciencia? Los enciclopedistas, esos orgullosos reformadores que con tanto escribir sobre la ciencia no han hecho más que ostentar esceptismo, sarcasmos y falsa erudicion, han hecho escarnio de la filosofía oculta y de la mágia, cual si fueran cosa absurda y repugnante, y eso porque la cortedad de su raciocinio no alcanzaba á la altura de esas dos inmensidades. ¿Y qué no han dicho tambien del magnetismo? ¡Cuántos groseros epítetos no han usado para atacar á Mesmer! Pero los hombres se van y las verdades quedan.
Nosotros, que somos amantes de la ciencia porque lo somos de la luz, hemos dedicado nuestras vigilias á la formacion del presente libro, convencidos de que ya era tiempo de vengar de un siglo de olvido y desprecio una ciencia que harto corto número de hombres han querido conocer y profundizar.
Hemos desechado las miserables rapsodias y las asquerosas publicaciones que infestan las librerías. y hemos subido hasta las mismas fuentes para alcanzar los manuscritos auténticos de los grandes filósofos. En las sentencias de Zoroastro, en los himnos de Orfeo y los símbolos de Pitágoras, es donde hemos investigado: y con tiempo, trabajo, perseverancia y voluntad, hemos llegado á comprender los emblemas, enigmas. jeroglíficos, tablas místicas, grifos-paræmios y todos los instrumentos de que se servian para cubrir con un velo la verdad. Todas las obras de Hermes, su Tabla de Esmeralda, su Asclepius, su Minerva mundi, el Latro mathematica, los siete capítulos del Lapidis philosophia, todo lo hemos escudriñado. Sólo despues de haber consultado las obras de Atistóteles, Platon, Juan Pontífice, Zozimo, Democrito, Olimpiadoro el grande, Sofar de Persia, Sinesio, Dióscoro, sacerdote del gran Serapio en Alejandria, Ostanes de Egipto, Comario, María, Cleopatra, Porfirio, el emperador Heraclio, Teofrasto, Arquelao, Claudio, Sergio, Memnon y de otros grandes filósofos, nos hemos juzgado bastante iniciados para atrevernos á escribir este libro.
Ahora nos queda una duda:
Este tratado estará al alcance de todas las capacidades. Para conseguirlo, sin lo cual de ninguna utilidad fuera nuestra obra, hemos hecho todos los esfuerzos posibles, como verá el curioso lector
✍️ Autor: Alberto El Grande; Nicolás Flamel; Miguel Nostradamus.
📚 Manuel Sauri Editor
📄 411 Pags
El libro Negro ó la Magia : Las ciencias ocultas, la alquimia y astrología con secretos y reglas admirables, sacados de los más celebres autores cabalísticos. Alberto El Grande; Nicolás Flamel; Miguel Nostradamus
Los últimos alquimistas, esos hombres de genio y ciencia que trabajaron en la grande obra, han cesado de existir hace ya cerca de cien años, y desde entonces nada más ha visto la luz pública relativo á esta ciencia. El polvo de los tiempos, el impenetrable olvido cubre las páginas en que consignaron sus esperanzas, Sus trabajos y sus padecimientos. Muchos de sus preciosos Manuscritos, privados de los honores de la impresion, han quedado sepultados en las catacumbas de las bibliotecas; y hasta el lenguaje de su ciencia se ha olvidado, cual los misteriosos jeroglíficos de los egipcios, que nadie en el dia sabe traducir ó explicar.
Al paso que llevan, tanto los hombres como las cosas, pocos años bastarán para que la mágia, que es la ciencia más bella que el hombre puede estudiar, nos quede solamente trasmitida-como un mito ó un simbolo. ¿Hay alguno de los sabios del dia que sepa decirnos lo que hacian los egipcios seis mil años atrás? ¿cuáles eran sus leyes, usos y costumbres? en suma, ¿hasta dónde alcanzaban sus conocimientos y ciencia? Los enciclopedistas, esos orgullosos reformadores que con tanto escribir sobre la ciencia no han hecho más que ostentar esceptismo, sarcasmos y falsa erudicion, han hecho escarnio de la filosofía oculta y de la mágia, cual si fueran cosa absurda y repugnante, y eso porque la cortedad de su raciocinio no alcanzaba á la altura de esas dos inmensidades. ¿Y qué no han dicho tambien del magnetismo? ¡Cuántos groseros epítetos no han usado para atacar á Mesmer! Pero los hombres se van y las verdades quedan.
Nosotros, que somos amantes de la ciencia porque lo somos de la luz, hemos dedicado nuestras vigilias á la formacion del presente libro, convencidos de que ya era tiempo de vengar de un siglo de olvido y desprecio una ciencia que harto corto número de hombres han querido conocer y profundizar.
Hemos desechado las miserables rapsodias y las asquerosas publicaciones que infestan las librerías. y hemos subido hasta las mismas fuentes para alcanzar los manuscritos auténticos de los grandes filósofos. En las sentencias de Zoroastro, en los himnos de Orfeo y los símbolos de Pitágoras, es donde hemos investigado: y con tiempo, trabajo, perseverancia y voluntad, hemos llegado á comprender los emblemas, enigmas. jeroglíficos, tablas místicas, grifos-paræmios y todos los instrumentos de que se servian para cubrir con un velo la verdad. Todas las obras de Hermes, su Tabla de Esmeralda, su Asclepius, su Minerva mundi, el Latro mathematica, los siete capítulos del Lapidis philosophia, todo lo hemos escudriñado. Sólo despues de haber consultado las obras de Atistóteles, Platon, Juan Pontífice, Zozimo, Democrito, Olimpiadoro el grande, Sofar de Persia, Sinesio, Dióscoro, sacerdote del gran Serapio en Alejandria, Ostanes de Egipto, Comario, María, Cleopatra, Porfirio, el emperador Heraclio, Teofrasto, Arquelao, Claudio, Sergio, Memnon y de otros grandes filósofos, nos hemos juzgado bastante iniciados para atrevernos á escribir este libro.
Ahora nos queda una duda:
Este tratado estará al alcance de todas las capacidades. Para conseguirlo, sin lo cual de ninguna utilidad fuera nuestra obra, hemos hecho todos los esfuerzos posibles, como verá el curioso lector